La televisión es una realidad con la que la familia tiene que vivir, y que por el momento, no tenemos modos de evitarla en un 100%. El enfrentamiento de negar por completo la televisión a los niños, sólo tiene el efecto de retardar el momento en el cual se harán adictos a ella, contraviniendo las órdenes de los padres. Muchos de ellos buscarán cualquier excusa para ir a ver televisión a casa de otros amigos y perderán el control paterno, en éste, y en otros aspectos. Por el otro lado si se deja que el niño vea TV a su arbitrio puede pasar todas sus horas libres en esta actividad. Más información.